Hoy visitamos la Agencia Catalana de la Vivienda para presionar a la Generalitat a dar respuesta al caso de la Kadhija, que tiene aprobada la mesa de emergencia hace meses
Volvemos a denunciar al Ayuntamiento de Parets por dejar a Kadhija, con sus dos niños menores, en la calle porque se cansaron de pagar el realojo temporal a la espera de un piso de emergencia. También denunciamos la lentitud de la Generalitat en la entrega de los pisos de la mesa emergencia.
Kadhija llegó a nuestra asamblea semanal cuando llevaba dos días durmiendo en la calle. El Ayuntamiento de Parets había notificado a la pensión donde estaban viviendo que los sacaran de la habitación sin más contemplaciones. Hacía diez meses que vivían de hostales pagados por el Ayto. mientras esperaban que llegara el piso de emergencia concedido por la Generalitat.
Kadhija y su familia vivían de alquiler hasta que el piso, por culpa de las humedades se hizo inhabitable. A pesar de un informe técnico que acreditaba que la vivienda era insalubre – motivo suficiente para solicitar un piso de la mesa de emergencia – un mal asesoramiento optó por que dejaran de pagar en lugar de denunciar a la propiedad por el estado del piso. El resultado fue el desahucio para Kadhija.
El Ayuntamiento de Parets tramitó la mesa de emergencia, que fue aprobada, realojando a la familia en una pensión mientras esperaban el piso. El gran problema empieza cuando el Ayuntamiento decide dejar de pagar la pensión y dejarlos en la calle. En la reunión que forzamos con ellos la PAH Mollet Baix Vallès, tras organizar una concentración ante sus puertas, se excusan alegando que la unidad familiar tiene ingresos suficientes para costearse un alquiler. Argumento que hemos podido demostrar es una mentira aberrante como tantas otras que nos contaron a lo largo de una reunión que duró unas cuatro horas.
No hay calificativos de lo que fue ver al alcalde, la regidora de derechos sociales, la regidora de vivienda, la regidora de educación, el regidor de seguridad ciudadana, a la trabajadora social que lleva el caso y a la técnica de Servicios Sociales, haciendo frente común para criminalizar a Kadhija y defender su postura como administración.
Lo cierto es que durante los 10 meses que Kadhija estuvo en la pensión de Parets a la espera del piso de la mesa de emergencia, los ingresos de la unidad familiar no superaban los 1200 € o lo hacían por bien poco. Pretenden hacernos creer que eso es suficiente para comer cuatro personas, cuatro veces al día, pagar 60 € por un guardamuebles que debería pagar el Ayto., afrontar imprevistos, afrontar medicamentos (Kadhija estaba cobrando una baja laboral y su marido jubilado no cobra ni 600 €), afrontar otras necesidades básicas y que aún les quede para ahorrar y buscarse por su cuenta un piso de alquiler, en una zona donde los precios no paran de subir.
No se puede vivir más alejado de la realidad que vivimos las que no cobramos sus sueldos para ver la vida desde la poltrona.
Dicho esto y dejando claro que los ingresos a día de hoy solo son los del marido, solo conseguimos para evitar que siguieran en la calle, que pagaran la pensión para los niños y que los adultos afrontaran su parte. Esta ”solución” solo es válida hasta el 7 de octubre (el próximo jueves). Actualmente Kadhija está en una pensión en la Llagosta que ha tenido que buscarse ella, porque no quisieron seguir ayudándola ni en esto. Con todo el inconveniente que lleva el desplazarse cada día a Parets para que los niños vayan al colegio. Diez kilómetros separan a las dos poblaciones.
No hemos tenido más respuesta del Ayuntamiento que echa toda la responsabilidad a la Generalitat por la lentitud en la entrega de los pisos de emergencia. Cosa que también es cierta, aunque no ha sido la Generalitat quien ha cerrado el grifo y les dejó, o está a punto otra vez, de dejarlos en la calle sin contemplaciones. Existen otras alternativas que el Ayuntamiento de Parets no ha movilizado ni parece que tengan intención de movilizar.
Seguimos trabajando y exigiendo una solución para Kadhija, cada día más a contrarreloj. Por eso hoy nos desplazamos hasta las oficinas de la Agencia de vivienda de Catalunya, en Barcelona. Donde denunciaremos públicamente la situación y esperamos reunirnos con los responsables directos que puedan acelerar el realojo definitivo de Kadhija en el piso que se merece y lleva casi un año esperando. O en su defecto intercedan con el Ayuntamiento de Parets para que sigan pagando la pensión a partir del 7 de octubre, esta vez para todos los miembros de la familia.
Una vez más somos la gente corriente, las que ponemos todo nuestro tiempo y esfuerzo, para hacer por pura solidaridad, el trabajo que debe hacer la administración.