Caixabank y las SS del Ayuntamiento de Mollet ponen en peligro los derechos de Moha
La historia empieza en 2008 cuando Moha es víctima de una ejecución hipotecaria, a manos de Caixabank. Como era habitual en esos tiempos de eclosión de la crisis económica, de explosión de la burbuja inmobiliaria, antes del nacimiento de la PAH y de destaparse la mafia bancaria, a Moha le dejaron sin vivienda y con una deuda de por vida.
Por suerte pudo rehacer su vida, encontrar un buen trabajo y alquilar un piso. Pero la vida da muchas vueltas. Tras un accidente, que lo dejó con una discapacidad del 81% y reformar, pagando de su bolsillo, el piso para adecuarlo a su nueva situación, la inmobiliaria que se lo alquilaba pierde la propiedad de la vivienda, que pasa a manos de Caixabank a través de su socimi Building Center.
Tras el cambio de propiedad, Moh, mal asesorado y sin saber cuál sería su futuro en ese piso, deja de pagar. Por desgracia, el futuro ya está aquí. Tres intentos de desahucio, el último el 4 de abril en pleno estado de alarma por COVID-19, suspendido gracias al cierre de la actividad judicial estos últimos meses. Esto tras el compromiso de Caixabank a no desahuciarlo mientras estudian su caso y deciden si tiene derecho o no a permanecer en ese piso.
De que son capaces los bancos, por mucha campaña de lavado de cara, fundaciones y obras sociales que puedan montar, a estas alturas de la película ya lo sabemos todas. Nunca van a priorizar los derechos de las familias por encima de sus intereses, ya sea desahuciando para especular que los precios o para sacarse los activos tóxicos de encima vendiéndolos a los fondos buitre.
Lo que no están conocido y desde PAH Mollet no nos cansaremos de denunciar, es la violencia institucional a la que se somete a las familias que caen en manos de las SS del Ayuntamiento de nuestra ciudad. En el caso de Moha, unidad familiar de 5 miembros con 3 menores, su asistenta de las SS, le está negando el informe de vulnerabilidad económica, porque según ella gana suficiente para un alquiler de mercado. Una decisión unilateral basada, bien en su incompetencia, desconocimiento de las leyes vigentes y derechos de las personas, o bien por que decide pasarse por el forro los baremos que marca la Generalitat para decidir quién es vulnerable y quien no. Moha lo es.
A Moha, no solo le están negando el informe de vulnerabilidad, le están dando como una opción que se busque la vida, a poder ser en Granollers para sacárselo de encima. Esta es la actitud de nuestro Ayuntamiento ante un caso de desahucio: lavarse las manos [a pesar de la subida de la factura] y dejar a las familias vulnerables en la cuneta.
Por suerte para él y su familia, Moha ya no está solo ni mal asesorado, está con la PAH. No vamos a permitir ni un abuso más hacia su persona, por parte de las SS, ni una violación más de la Ley 24/2015 por parte de Caixabank. Hablamos de la única ley, nacida gracias a la PAH y una ILP, que garantizaría la tranquilidad que esta familia necesita, con un alquiler social y el fin de los intentos de desahucio periódicos, en la vivienda que tanto esfuerzo y dinero les costó reformar.
Con la reactivación de los desahucios y de esta violación sistemática de derechos humanos convertida en normalidad, desde PAH Mollet vamos a poner todo nuestro esfuerzo hasta lograr #SolucionParaMoha y para que en nuestra ciudad se termine con los desahucios y la violencia institucional.