Recién salidos los nuevos datos trimestrales sobre los desahucios, los titulares sobre la bajada de esta lacra social son engañosos.
Cataluña sigue liderando el ranking de la vergüenza, con 9.229 desahucios en los 3 trimestres contabilizados de este año, el 69% por alquiler.
Los datos publicados hoy por el Consejo General del Poder Judicial correspondientes al tercer trimestre de 2019, son engañosos. Se enuncian como de trimestre, pero en realidad solo reflejan los meses de julio y septiembre ya que en agosto se paraliza la actividad judicial y no hay desahucios ni nuevos lanzamientos, por lo que la bajada histórica que se está vendiendo no es real ni refleja la realidad. Se está produciendo un desahucio cada 12 minutos y el 70% ya son de alquiler y el descenso respecto al año anterior viene motivado por la actividad de los movimientos en lucha por la vivienda, ni de lejos es porque se haya producido algún avance estructural ni legislativo.
La subida de los desahucios de alquiler, va acompañada de la falsa noticia de la bajada de las ejecuciones hipotecarias. La realidad en este tema es otra. Tras la vergonzosa sentencia del Supremo, interpretando la del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, se están reactivando cientos de miles de procedimientos hipotecarios suspendidos en su tramitación desde la primavera de 2017, lo que provocará un importante repunte de los desahucios derivados de los mismos. Por si esto fuera poco, hay que tener muy en cuenta que, en mayo de 2020, terminará la moratoria de desahucios y alquileres sociales, de viviendas que, en su inmensa mayoría, ya no son propiedad de los bancos que ejecutaron los procedimientos, sino que han sido vendidas a fondos buitre, que intentarán no responsabilizarse de nuevas prórrogas provocando otra oleada de desahucios.
Estos datos, una vez más, nos reafirman en nuestras demandas que seguiremos exigiendo al futuro gobierno. La PAH ya presentamos a Pedro Sánchez un plan del choque con el camino a seguir para frenar esta situación. Recordamos algunos de los puntos más relevantes:
- Suspensión temporal de los desahucios hasta que las Administraciones Públicas pueda garantizar el acceso a una vivienda adecuada.
- Cumplimiento de Tratados Internacionales de Naciones Unidas y su prevalencia sobre la legislación nacional para que no hay un desahucio más sin alternativa habitacional.
- Anulación total de los desahucios con fecha abierta. Es necesaria una revisión de la LEC que evite la reinterpretación de algunos jueces, aumentando la angustia y evitando la defensa de la vivienda.
- Ampliación de la moratoria de desahucios, que finaliza en mayo del 2020, con mejora de sus protocolos y casuísticas de acceso para que no afecte solo a las ejecuciones hipotecarias.
- Renovación obligatoria de los contratos de alquiler social si la familia sigue estando en situación de vulnerabilidad.
- Regulación y limitación de los precios del alquiler, como medida para frenar ese 70% de los desahucios actuales.
Solo la valentía y voluntad política puede acabar con esta situación de emergencia que ya dura más de una década. Mientras, desde la calle seguiremos movilizadas en defensa de las familias y presionando al Gobierno para que espabile si realmente quiere ser ”un Gobierno por la igualdad y la justicia social, para devolver la dignidad a las instituciones y hacer un país mejor.”